sábado, 20 de febrero de 2016

Escondidos para salvar la vida.

Hola amigos/, tras un largo parón del blog, he decidido volver a escribir algunos artículos que tengo pendientes desde hace ya un tiempo. La entrada de hoy recoge una de tantísimas epopeyas humanas que tuvieron que vivir muchas personas tras finalizar la desastrosa Guerra Civil española para poder salvar sus vidas.
 Como sabemos estas personas se le conocen por el nombre de "Topos en la Guerra Civil", normalmente eran personas que tendrían vinculación con partidos políticos de izquierdas, y por tal eran perseguidos para ajustar cuentas que en el 99% de los casos era la muerte. Todos hemos escuchados historias de nuestro encabezamiento de los que por miedo a que los "chivatos o matones", que surgieron durante los primeros mese de la Guerra Civil los delataran y sin juzgar los ajusticiaran, decidieron por tal esconderse donde y cuando pudiera.
 Existen casos de estos primeros momentos que incluso los mismo de un bando, fuera derecha o izquierda, señalaran y aprovecharan las circunstancias del momento y tensiones para ajustar antiguas heridas entre ellos.
 En este caso no sabemos quien fue el "Topo", simplemente y de milagro hemos descubierto su guarida que tras ver estado en ella un buen rato se podía ver a simple vista la cantidad de años que alguien  permaneció oculto en una pequeña cueva en los alrededores de nuestro término. Ya es la segunda cueva conocida por mi que albergo refugiados de guerra para salvar la vida.

 La cueva o refugio encontrado esta relativamente cerca de un cortijo abandonado a día de hoy, donde posiblemente en su día las personas que vivieran en él fueron los encargados de suministrar los alimentos y cosas necesarias para poder sobrevivir a esta dura etapa que le toco vivir a alguien.
 La cueva esta extremadamente escondida, imposible de ver al ojo humano desde ningún lugar, su entrada es sin duda impresionante, piedras superpuestas que no dan ninguna pista de que detrás de ellas exista una gran cueva, solamente una pequeña entrada en uno de sus laterales ( entrada de unos 50 x 50), es la única pista para pensar que tras esa pequeña oquedad se esconde una gran cueva que albergo vida humana.
 Una vez dentro de ella , se da uno cuenta de la presencia de alguien en algún momento, a escasos metros de su interior ya empiezan aparecer pequeñas cosas que son de gran interés, ya que gracias a ellas podemos datar la ocultación y confirmar que se trata de la guarida de un "Topo", esas cosas son objetos como; latas de conservas, que una vez comidas fueron reutilizadas como candiles para su iluminación, un cubo de metal que fue reutilizado como anafre, posiblemente para calentar la comida y calentarse sin hacer grandes fuegos para no llamar la atención, seguramente le llevarían carbón para hacer dichas necesidades, Tapas de aluminio e hierro de ollas que corresponden con la época, algo de tela y ropa muy deteriorada, entre otras cosas. Indicios más que suficiente para saber que hay estuvo escondido un ser humano en un momento de nuestra época que sin duda sobrevivir era lo primordial.
Un refugio que que traslado a esta persona casi a la prehistoria, no sabremos cuanto tiempo pudo estar o aguantar esta persona aquí escondida, pero sin duda una larga temporada por los indicios parece ser que estuvo.

En definitiva un lugar que transmite pena, soledad, tristeza, crueldad, etcétera, hay que recordar que hubo cientos y cientos de "Topos", los cuales pudieron permanecer ocultos gracias al apoyo de su círculo más cercano. Hasta 1969 muchos de ellos no abandonaron sus escondites, cuando la dictadura franquista promulgó un decreto por el que prescribían todos sus delitos, que en la mayoría de  los casos eran ninguno, algunos permanecieron escondido la escalofriante suma de 38 años.
 
 FOTO ENTRADA A LA CUEVA.

INTERIOR Y OBJETOS QUE PERMANECEN EN LA CUEVA A DÍA DE HOY.


EL GUARDIÁN DE LA CUEVA
SALUDOS.
Rafael Domínguez Cedeño.

 

 

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