lunes, 24 de diciembre de 2012

El Resello .

Hola amigos/as, en esta entrada quiero hablar del resello, moneda española que tuvo un papel importantísimo en una época de declive y crisis profunda en nuestro País.
 Son numerosas las personas de Setenil que de vez en cuando se acercan a mi para enseñarme algunas monedas encontradas por ellos en el campo ,  bien cogiendo aceitunas, limpiando, etc., su pregunta siempre son las misma, ¿ Rafael mira que moneda sera del siglo VIII-8, lo pone aquí...?, es entonces cuando más o menos tengo que darles una breve introducción de lo que fueron estas simples pero muy bonitas monedas de la numismática españolas, lo cual para mi, siempre es un placer explicar.

  La aplicación de resellos sobre las monedas es tan antigua como la propia moneda, en la Europa Medieval esa práctica era común en lugares donde la escasez de moneda fue importante. Su utilización rica en símbolos, permitió valorizar más a una moneda que por su origen foráneo, no podía circular sino únicamente con la gracia de esta impronta, otorgándole legalidad y un valor de conversión en bienes y servicios.
  El 11 de febrero de 1641 el rey Felipe IV ordenó resellar la moneda de vellón circulante en el reino de Castilla. Como ya había sucedido en anteriores ocasiones las cecas fueron utilizadas como oficinas perceptoras de lo que puede ser considerado un impuesto muy especial, un tributo que gravaba la moneda circulante por el sencillo procedimiento de aumentar su valor nominal. Las entidades monetarias que se encargaron de tal labor fueron las instaladas en Sevilla, Granada, Valladolid, La Coruña, Toledo, Cuenca, Burgos, Segovia, Madrid y Trujillo.  La estrategia inflacionaria del resello, puesta en práctica por los Austrias en el siglo XVII, reportaba unos muy notables ingresos a la hacienda regia. El procedimiento era sencillo: consistía en la promulgación de una orden por la cual todos los propietarios de moneda de vellón debían llevar su numerario a las cecas, donde le sería impuesto un resello para indicar el aumento de su valor nominal. Los dueños de la moneda, en teoría, no perderían dinero, pues recibirían la misma cantidad que habían entregado, más los costos del transporte hasta la ceca. Sin embargo, la Corona obtenía importantes beneficios, pues se quedaba con gran parte de las piezas reselladas, ya que al incrementar el valor nominal de éstas tenía que devolver menos a sus legítimos propietarios.

  En este resello de 1641 se estipuló que todas las piezas de 4 maravedíes, excepto las acuñadas en el Ingenio de Segovia, doblaran su valor, es decir pasarían de 4 a 8 maravedíes. La ganancia para la Corona eran 4 maravedíes en cada moneda resellada. De aquí habría que descontar luego el costo del transporte. El beneficio presupuestado por los consejeros regios era muy elevado, en concreto unos 7.000.000 ducados, una vez restados los 5.000.000 que se preveían emplear en retirar de la circulación todo el vellón acuñado antes de 1602.
   Detrás de este resello se esconden los enormes apuros financieros de la Monarquía, que estaba desangrando Castilla para mantener los territorios del norte de Europa. Desde 1635 la Monarquía Hispánica vivía improvisando recursos con urgencia, sin ningún plan de futuro, sólo recurriendo al arbitrismo y viviendo al día. La situación económica se había complicado considerablemente en los años previos a 1640, lo cual derivó en la aplicación de diversos arbitrios como los concedidos por las Cortes en 1639: venta de 8.000 vasallos, de 300.000 ducados de la renta de Millones y de 275.000 del servicio ordinario y extraordinario, que se convirtieron en principales de juros. Los asientos eran cada vez más difíciles y complicados de obtener. La plata que los galeones trajeron en 1639 no bastó para sastisfacer las consignaciones de los asientos y al año siguiente no llegó metal alguno; las previsiones financieras se vieron destrozadas. En este contexto, la situación militar no era mejor, pues en 1639 se produjeron las derrotas de Salcés y la naval de las Dunas y en 1640 estallaron las insurrecciones de Cataluña y Portugal, como consecuencia de la decisión de Olivares de hacer contribuir a todos los territorios que integraban la Monarquía.El panorama se complicó enormemente haciendo peligrar incluso la identidad territorial de la Monarquía Hispánica.

  En definitiva el siglo XVII, conocido como el " Siglo de Oro Español" fue realmente muy duro en cuanto a lo que a la económia nacional se refiere: Guerras, quiebras económicas etc, que se vieron plasmado en unos los más famosos y conocidos ( que no suficientemente apreciados) aspectos numismáticos de nuestra historia: el Resello.

 Nuestro Archivo el de Setenil alberga una importante información documental , no sería de estañar que algún día en sus papeles aparezca algún documento de 1641, en relación a lo hablado,  ya que las monedas setenileñas del momento tuvieron que ser desplazadas para dicho resellado a la ceca más próxima, que seguramente sería Sevilla.

           ALGUNOS RESELLOS DEL SIGLO XVII.

 Resello a VIII maravedís de Felipe IV ( 1641).



         
 Resello a VIII maravedíes de Felipe IV ( 1654).


   Resello a VI maravedíes de Felipe IV.(1636)
 
 
 Resello a XII maravedíes de Felipe IV.(1641).

 Resellos de diferentes tipos de Felipe Iv.
 
FELICES FIESTAS.

  SALUDOS.
 Rafael Domínguez Cedeño.

2 comentarios:

  1. Efectivamente Rafael... muchas de las monedas encontradas en el antiguo pueblo, "villa", eran del presente tipo. Este tipo de moneda en Setenil es realmente importante. Jesús López.

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    1. Son de las más comunes, ya que desde las acuñaciones de los Reyes Católicos hasta Felipe III, sufrieron en una gran mayoría el resellado,aunque en la numismática actual no se le de mucha importancia, desde luego que muchas son muy interesantes y bonitas, un saludo.

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